– Bromeas.
– No es como ella hace que parezca -contestó Jade-. Lance y yo tenemos pensado realizar un viaje humanitario. Es preciso que todos empecemos a pensar globalmente en lugar de individualmente, Georgie.
– Yo no estoy tan avanzada espiritualmente.
– Yo tampoco -añadió Bram-. Además, Georgie y yo ya hemos planeado un viaje. A Haití. Para llevar suministros médicos.
Jade se mostró entusiasmada.
– ¿De verdad? ¡Fantástico! Cualquier cosa que pueda hacer para ayudaros, comunicádmela.
– Empieza por salir de mi dormitorio -declaró Georgie.
Jade estaba guapísima y dolida.
– Creo que eres una persona maravillosa, Georgie, y lamento que te sientas tan herida.
– Yo no me siento herida, tía, sólo furiosa.
– Reconozco tu derecho a estar enfadada, Georgie, y sé que lo que Lance y yo te proponemos es una locura, pero hagámoslo de todas formas. Simplemente porque sí. Demostrémosle al mundo que las mujeres somos más razonables que los hombres.
– ¡Yo no soy más razonable que los hombres! Tú y mi ex marido tuvisteis una aventura a mis espaldas. Además él le mintió a la prensa sobre mí, ¿y ahora queréis que vaya con vosotros a una especie de ménage à trois altruista? No cuentes conmigo.
Los ojos de cervatilla de Jade se derritieron convirtiéndose en insondables pozos de tristeza.
– Ya le dije a Lance que estabas demasiado centrada en ti misma para acceder.
– Bien, creo que esto es todo. -Bram abrió las puertas del balcón de par en par-. Ha sido una visita maravillosa, pero ahora Georgie tiene que vomitar.
Esta vez, Lance y Jade cedieron.
– Divertida pareja -comentó Bram mientras cerraba los ventanales-. Un poco intensos, pero aun así son para desternillarse de risa.
Georgie se dirigió al lavabo.
– Y aquí estoy yo, desnuda debajo de la sábana y con el pelo hecho un asco. Ni siquiera me he lavado los dientes. Jade puede sacar lo mejor de mí sin siquiera proponérselo.
– Debería haber sido más sensible con tu patética y baja autoestima -declaró él siguiéndola hasta el lavabo-. Me castigaré llevándote de nuevo a la cama y esforzándome mucho más en ser el hombre de tus fantasías sexuales.
– O no.
Georgie contempló su reflejo en el espejo. No le extrañaba que no pararan de mirarle el cuello, pues tenía un enorme cardenal. Se lo rozó con la punta del dedo.
– Muchas gracias.
Bram deslizó su dedo por el hombro de Georgie.
– Quería asegurarme de que Lance no se olvidara de a quién perteneces.
Ella cogió su cepillo de dientes. Las mujeres no eran propiedad de nadie, y mucho menos ella. Aun así, era un bonito detalle que Bram hubiera pensado en aquel aspecto. Lo que no encontraba tan bonito era descubrir que tenía un vicio menos de los que le había hecho creer. Tendría que hablar con él sobre esa cuestión pronto.
Él le tendió la pasta de dientes.
– Ayer por la noche, cuando salí para ir a buscar a Jade, ella ya se dirigía a la casa mientras hablaba por el móvil. No puedo demostrarlo, pero creo que ya estaba hablando de la cuarentena con alguien.
– ¿Antes de entrar en la casa? -preguntó Georgie con la boca llena de dentífrico-. Pero eso no tiene sentido. Si ella ya sabía lo de la cuarentena, ¿por qué querría verse atrapada aquí dentro?
– Quizá porque se sentiría insegura si su marido se quedaba aislado dos días en el mismo lugar que su sexy ex esposa.
– ¿De verdad? -Georgie sonrió y soltó un bufido-. ¡De coña!
– Ya me avisarás cuando dejes de estar obsesionada con esos dos y empieces a vivir tu vida real, ¿de acuerdo?
Ella se enjuagó la boca.
– Estamos en Los Ángeles. Aquí la vida real es una ilusión.
– ¡Bram! -gritó Chaz desde el pie de las escaleras-. ¡Bram, ven deprisa! Hay una serpiente en la piscina. ¡Tienes que sacarla!
Él se estremeció.
– Haré ver que no he oído nada.
– Deberías obligar a Lance y Jade a sacarla -comentó Georgie mientras dejaba el cepillo de dientes en su lugar-. Probablemente se trate de un familiar suyo.
– ¡Bram! -apremió Chaz-. ¡Deprisa!
Georgie se puso un albornoz y siguió a Bram hasta la piscina, donde había una serpiente de cascabel encima de una almohadilla de natación. No era grande, sólo debía de medir unos sesenta centímetros, pero aun así se trataba de una serpiente venenosa a la que, además, no le gustaba el agua.
Los gritos de Chaz habían alertado al resto de invitados. Cuando Lance y Jade llegaron, Bram cogió el recogedor de hojas y se lo ofreció a Lance.
– Vamos, Lancelot, impresiona a las mujeres.
– Yo paso.
– A mí no me mires -dijo Jade-. Tengo fobia a las serpientes.
– Yo las odio -dijo Chaz con una mueca.
Georgie alargó el brazo hacia Bram.
– ¡Oh, vamos, dámelo a mí! Yo la sacaré.
– Buena chica. -Y le entregó el recogedor de hojas.
Justo cuando Georgie lo cogía, apareció Laura seguida de Rory, quien cerró su móvil y corrió hasta el bordillo de la piscina con un sonoro traqueteo de los tacones de sus carísimas sandalias Gucci.
– ¿Es una serpiente de cascabel?
– Sin duda. -Bram miró a Rory y extendió el brazo hacia Georgie-. ¿Qué haces, cariño? Dame eso. No pienso permitir que juegues con una peligrosa serpiente.
Ella contuvo una sonrisa y le devolvió el recogedor. Él apretó los dientes con resignación y lo introdujo con cuidado en la piscina. Meg y Paul llegaron y, mientras observaban, Meg le dio algún que otro consejo. La serpiente siseó y se enroscó, pero al final Bram consiguió atraparla. Un charco de sudor se había formado entre las paletillas de Bram, quien, con los brazos bien extendidos llevó el recogedor hasta la parte trasera de la finca y echó la alimaña por encima del muro de piedra.
– ¡Estupendo! -exclamó Rory-. Así, cuando haya crecido, se dirigirá directamente a mi jardín.
– Si lo hace, avísame -contestó Bram-. Iré a encargarme de ella para que no te moleste.
– Deberías haberla matado -comentó Lance.
– ¿Por qué? -replicó Meg-. ¿Porque estaba actuando como una serpiente?
Georgie se dio cuenta de que tenía que aclarar algo y, como Rory estaba allí, bien podía aprovechar el momento, por inoportuno que pareciera.
– ¿Sabes una cosa, Rory? La bebida que Bram siempre lleva en la mano es té helado.
Bram la miró como si se hubiera vuelto loca, y los demás también.
– Lo digo para que sepan que ya no eres un borracho -explicó ella con torpeza-. Hace cinco años que no fumas y el orégano de la cocina es orégano de verdad. En cuanto a las drogas… He encontrado algunos suplementos vitamínicos Flintstone para niños y Tylenol, pero…
– ¡Yo no tomo complementos vitamínicos de esa marca!
– ¡Bueno, pues complejos multivitamínicos One A Day o lo que sea! Si la gente sabe que ya no eres el imbécil de antes, puede que dejen de tratarme como si estuviera loca por haberme casado contigo. -Además, pensó, Rory podría estar más predispuesta a financiar La casa del árbol. Su nueva mente calculadora estaba en marcha.
Bram por fin reaccionó.
– Realmente fue una locura que te casaras conmigo, pero me alegro.
Se hicieron unas carantoñas de casados, aunque, por el ceño de Bram, Georgie dedujo que no estaba muy contento con su iniciativa.
– ¡Mi héroe! -exclamó dándole unas palmaditas en el pecho.
– Eres demasiado buena conmigo, cariño.
Laura les formuló a Lance y Jade la pregunta que probablemente ocupaba el primer lugar en las mentes de todos.
– ¿Cómo os encontráis vosotros? ¿Tenéis algún síntoma?
– Aparte del jet-lag, estamos muy bien -contestó Jade.
Rory desplegó el móvil.
– Dadme una lista de todo lo que necesitéis. Uno de mis empleados lo conseguirá y lo llevará a la puerta del jardín.
Lance le dio una palmada a Paul en la espalda.
– Es fantástico volver a verte. Por fin tenemos la oportunidad de ponernos al día.
Georgie no se sentía con ánimos para seguir en aquella reunión, así que empezó a alejarse, pero la respuesta de su padre la paró en seco.
– Me temo que no tengo mucho que contarte últimamente, Lance.
Lance no supo qué responder.
– Paul… la separación ha sido dura para todos, pero…
– ¿Ah, sí? Tal como yo lo veo, más que nada ha sido dura para Georgie. Tú pareces estar bastante bien.
Lance parecía acongojado y Jade arrugó la frente. Georgie se sintió emocionada.
– Es igual, papá. No importa.
– Pues a mí sí me importa -replicó él.
Y se marchó.
Bram sonrió.
– No lo entiendo. ¡Papá estaba de tan buen humor ayer por la noche, cuando hacíamos planes para ir a pescar juntos!
Georgie estudió su rostro. ¿Desde cuándo Bram Shepard se había convertido en alguien en quien ella podía confiar? En cuanto a su padre… ¿le había hecho un desaire a Lance por respeto a ella o sólo para salvar su propio orgullo?
Después dedicó más tiempo del habitual a arreglarse el pelo y maquillarse, pero se vistió con unos simples vaqueros y una sencilla camiseta blanca para que no pareciera que se estaba esforzando demasiado en tener buen aspecto. Cuando bajó las escaleras, los invitados estaban hablando por sus móviles mientras picaban de un surtido de cereales y bollos. Chaz estaba frente a los fogones, cocinando huevos a petición de los huéspedes. Lance le pidió la clara revuelta de dos huevos. A su lado, Jade interrumpió su conversación telefónica para pedirle que calentara agua para su infusión de hierbas. Un helicóptero zumbó por encima de la finca. Georgie vio que Paul estaba en el porche hablando con alguien por el móvil. Laura estaba sentada en el comedor con una libreta delante y el móvil pegado a la oreja. Rory escribió con determinación una nota recordatoria para sí misma en el margen de la portada de Los Ángeles Times, y Meg, sentada en un taburete, hacía lo que podía para convencer a su madre de que se encontraba bien.
Bram llegó del garaje con una caja de agua embotellada. Oyó que un segundo helicóptero se unía al primero volando en círculos sobre la casa y levantó la vista hacia el techo.
– No hay mejor negocio que el negocio del espectáculo.
Los rumores se habían extendido más deprisa de lo que Georgie esperaba. Se imaginó a un fotógrafo colgando de los patines del helicóptero, con el objetivo dirigido hacia la casa, dispuesto a arriesgar su vida para conseguir la primera imagen de ella con Lance y Jade. ¿Qué valdría una foto como ésa? Como mínimo, un cheque de seis cifras.
Georgie se sirvió una taza de café y salió al porche. Allí, el ruido de los helicópteros se oía más fuerte. Al verla acercarse, su padre, que estaba apoyado en una de las columnas en espiral, terminó su conferencia telefónica. Se estudiaron el uno al otro. Los ojos de él se veían cansados tras sus gafas sin montura. Quizá las cosas habían sido más fáciles entre ellos cuando Georgie era pequeña, pero ella no lo recordaba así. De todas maneras, él había sido un viudo de veinticinco años que había tenido que criar solo a una hija. Georgie cogió la taza de café con ambas manos.
– ¿Todavía sigues firmando autógrafos como si fueras Richard Gere?
– Ayer mismo firmé uno.
Paul había empezado a recibir ese tipo de peticiones cuando su pelo se volvió entrecano. Al principio les explicaba que él no era Gere, pero la gente no siempre lo creía y algunos incluso realizaban comentarios acerca de lo engreídos que eran los famosos. Al final, Paul decidió que no le hacía a Gere ningún favor cabreando a sus fans, así que empezó a firmar autógrafos en su nombre.
– Seguro que era una mujer -comentó Georgie-, y seguro que le encantaste en Oficial y caballero. La gente tendría que superar esa película. La verdad es que no fue tu mejor interpretación.
– Es cierto. Convenientemente, se olvidan de Infidelidad y de La gran estafa.
– ¿Y qué me dices de Chicago?
– O Las dos caras de la verdad.
– No, me temo que en ésa Ed Norton te superó.
Paul sonrió y los dos guardaron silencio, pues la fuente neutral de conversación se había agotado. Georgie dejó la taza en una de las mesas de azulejos y se esforzó en actuar como una persona madura.
– Te agradezco lo que le has dicho a Lance antes, pero vosotros tenéis vuestra propia relación. No estaría bien que yo os la estropeara.
– ¿De verdad crees que voy a estar a gusto con él después de lo que te hizo?
Claro que no, su padre se preocupaba demasiado por la imagen de su hija para dejarse ver con Lance Marks. Un sesgado rayo de sol envió una ráfaga plateada sobre su pelo.
"Lo que hice por amor" отзывы
Отзывы читателей о книге "Lo que hice por amor". Читайте комментарии и мнения людей о произведении.
Понравилась книга? Поделитесь впечатлениями - оставьте Ваш отзыв и расскажите о книге "Lo que hice por amor" друзьям в соцсетях.